

Algunas soluciones de mantenimiento convencional pueden ser utilizadas para resolver problemas de erosión-corrosión en bombas o para mejorar la eficiencia de las mismas. La solución más comúnmente usada para este problema es la selección de un material distinto para la bomba y/o la aplicación de varias tecnologías de recubrimiento.
Selección del material
Los materiales más comúnmente elegidos, por razones de coste, son materiales convencionales como el hierro fundido y el acero inoxidable. Sin embargo, la resistencia a la corrosión del hierro fundido es relativamente baja; mientras que en el caso del acero inoxidable, puede aparecer corrosión localizada cuando se daña la capa pasiva. Además, el reemplazo de la bomba requiere nuevamente de mano de obra y tiempo para lograr un acabado de metal liso.
Tecnologías de recubrimiento
Otro modo de reducir la erosión-corrosión y de mejorar la eficiencia es aislar la superficie de metal del contacto con el entorno. Se pueden aplicar una amplia gama de tecnologías de recubrimiento industrial, incluyendo recubrimiento de fibra de vidrio, revestimiento de poliuretano termoestable, epoxis con disolventes, y epoxis sin disolventes. Estas tecnologías de recubrimiento poseen propiedades de resistencia a la corrosión, pero tienen, sin embargo, algunas desventajas como:
- Presencia de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) que pueden causar problemas de salud y seguridad, y encogimiento
- Adhesión y resistencia a la erosión, cavitaciones e impacto relativamente pobres, en comparación con los sistemas convencionales de epoxi sin disolventes
- Fragilidad y alta posibilidad de daño durante tareas de mantenimiento
- Alto espesor de capa que conlleva restricciones del flujo
- Pobre estabilidad durante el almacenamiento
- Baja reactividad a bajas temperaturas
Por lo tanto, se requiere un sistema de alta resistencia a la corrosión-erosión, que cumpla con los estándares internacionales de salud y seguridad.
